Conducir por carreteras que atraviesan bosques y campiñas puede ser un placer. Preciosos paisajes se abren a nuestro paso y la naturaleza ofrece al viajero su belleza y su esplendor.
Pero el lado negativo de transitar por calzadas rurales y comarcales es el peligro de que algún animal salvaje cruce la carretera de manera imprevista y pueda provocar un accidente.
Afortunadamente, si existe ese riesgo, existen señales de tráfico por todo el trayecto que avisan del peligro y animan al conductor a conducir con prudencia y aumentar aún más la precaución al volante.
En Canadá conocen bien los riesgos de tropezar con alces, ciervos, coyotes y otros animales salvajes cuando se viaja por carretera. De ahí la presencia de organismos como el WCPP (Wildlife Collision Prevention Program), que busca proteger tanto a humanos como a animales de posibles accidentes de tráfico. Sus acciones de prevención se centran en la Columbia Británica, donde la caza es una actividad económica importante.
Según el WCPP, cada año se notifican a la aseguradora estatal ICBC aproximadamente 11.000 accidentes relacionados con animales, que causan una media de 870 heridos y cuatro muertos. En España, según datos recogidos por la aseguradora Línea Directa en su estudio Animales en la carretera: Un peligro mortal. Accidentes contra animales en las carreteras españolas (2017-2021), este tipo de accidentes se ha duplicado hasta alcanzar los 11.400 siniestros, y suelen ocurrir en entornos rurales, de noche, los fines de semana y en otoño. Aquí las especies animales cambian, siendo los jabalíes y perros los que más problemas causan. Además, con la reforma de la Ley de Tráfico de 2014, la responsabilidad de estos accidentes recae sobre el dueño del vehículo, salvo algunas excepciones.
La concentración al volante es fundamental cuando se conduce, mucho más si se hace por carreteras señalizadas como peligrosas por la presencia de animales salvajes.
Si lo vemos con suficiente antelación, lo aconsejable es detener el vehículo y esperar a que el animal cruce y abandone la calzada. También, tocar ligeramente el claxon o dar ráfagas con la luz para espantarle. Pero ¿qué hacemos si el animal se nos cruza de repente o lo encontramos parado en mitad de la vía en una zona de poca visibilidad?
La WCPP canadiense y la DGT en España dan consejos parecidos. Lo fundamental, no dar volantazos, ya que eso aumenta el riesgo de colisionar con otros vehículos que vengan de frente o que perdamos el control del coche y choquemos contra la mediana o acabemos en la cuneta. Sus recomendaciones son:
En el caso de que el animal se encuentre parado en mitad de la calzada, la Guardia Civil recomienda a los conductores:
1. Frenar al máximo el vehículo (tratando de no bloquear las ruedas).
2. Buscar una vía de escape y no quedarse mirando al animal.
3. Girar el volante de manera progresiva, lo suficiente para esquivarlo, y una vez superado el obstáculo, deshacer el giro con un movimiento rápido y corto.
4. Regresar al carril, estabilizando el coche al deshacer el giro.
5. Frenar y detener el coche si fuera necesario.
