Puede que el nombre David Prowse no te diga nada, pero es el actor y culturista que ha encarnado a uno de los mayores iconos del cine. Su personaje lleva un casco y una capa negra, usa un sable de luz roja y tiene tendencia a asfixiar a los subordinados que le decepcionan. Exactamente, David Prowse es Darth Vader. Más bien, el cuerpo de Darth Vader, ya que la voz se la puso el actor James Earl Jones y su cara en el Retorno del Jedi fue Sebastian Shaw.

Pese a que el gran personaje de Prowse es innegablemente Darth Vader, cuando este enorme actor (en su plenitud medía 1’96 metros y pesaba 118 kilos) se convirtió en Lord Sith, tenía 42 años y ya llevaba una carrera a cuestas y una cierta fama. Actuó como guardaespaldas en La naranja mecánica, interpretó al monstruo de Frankenstein en tres películas y tuvo múltiples papeles como forzudo en otras cintas, pero fue su papel como Green Cross Man el que le hizo conocido en todo el Reino Unido.

El Green Cross Man es un superhéroe. ¿Su superpoder? Ayudar a los niños británicos a cruzar la calle de forma segura y no morir atropellados. Sí, Green Cross Man fue una campaña de la Administración británica que estuvo activa de 1971 a 1990 y Prowse fue su rostro durante más de 14 años.

El Green Cross Man logró salvar a más de 250.000 chavales

“El tiempo que pasé trabajando para la campaña del gobierno para la seguridad en las carreteras como Green Cross Man es el mejor trabajo que nunca he tenido, incluido mi papel en La guerra de las galaxias, y de lejos mi mayor logro”, dijo al diario The Guardian. “Cuando empezamos, más de 40.000 niños cada año eran víctimas de accidentes de tráfico, que es una estadística terrible y por lo que se creó la campaña”.

Durante esos años, Prowse y la Administración realizaron una infinidad de películas cortas donde mostraban cómo debía cruzarse la calle. Todo basado en el Green Cross Code, que decía que había que estar muy atento al cruzar la carretera, parar, escuchar, pensar y mirar a ambos lados. La estructura era sencilla. En su Fortaleza de la Soledad, el Green Cross Man observa unas pantallas que en ese momento debían ser último modelo, pero hoy resultan muy cómicas. Una de ellas se ilumina en rojo cuando dos niños cruzan la calle sin mirar y casi los atropella un coche azul. “¡Oh, oh!, eso parece peligroso”, dice Prowse, “debo hablar con ellos”.

Así que toca su reloj y se teletransporta a su lado, permitiendo al espectador apreciar su traje de superhéroe. Mallas negras ajustadas, botas verdes altas, dos hombreras y una cruz verde sobre su camiseta, ceñida y blanca. Un atuendo que quedará ridículo en cualquiera que no tenga las proporciones físicas de Prowse. “Eso no fue muy inteligente, ¿verdad?”, les dice a los dos infractores. “Si hubierais escuchado y mirado todo el rato mientras cruzábais, eso no habría pasado”. Los chavales cruzan la calle con seguridad y fin del metraje.

Aunque en la campaña participaron famosos británicos como los cantantes glam Les Gray y Alvin Stardust, el boxeador Joe Bugner y un robot que recuerda a los antagonistas de Doctor Who, los protagonistas absolutos fueron Prowse y su traje. Tras los anuncios y su éxito, el gigantesco actor anduvo de gira por los colegios del país, llegando a visitar hasta tres al día, durante cuatro años.

 

Esto, que puede parecer una tontería, logró bajar a la mitad los atropellos de niños. Es decir, se calcula que el Green Code Man logró salvar a más de 250.000 chavales. Una enorme cantidad de gente y algo que marcó tanto a Prowse y su personaje que ha declarado en varias ocasiones que la seguridad vial es su pasión. Tanto que en 2014 retomó su personaje en otra serie de anuncios. En esta ocasión, a Prowse el traje le queda un poco peor y tiene el pelo muy blanco, así como los ojos un poco bizcos. Su objetivo ya no son los niños, sino los peatones adultos, preocupado por las cifras que dicen que mueren atropellados enfrascados en sus móviles y sus aparatos musicales, siendo el 36% de las víctimas de accidentes de tráfico.

En la nueva serie se ve a peatones con auriculares, teléfonos y música a tope. Los valores de producción se ven sensiblemente más altos y todo el comercial dura un minuto largo, frente a los 30 segundos de media de los iniciales. Tras salvar, él sabrá el motivo, a un hipster de morir atropellado, Green Cross Man suelta su primer discurso. “Allá donde miro, los peatones llevan auriculares, smartphones, social media y toda clase de inventos infernales que les distraen”, y acaba con su frase característica: “Always remember to use the Green Cross Code, because I won’t be there when you cross the road”. (“Recuerda que debes usar siempre el Green Cross Code porque yo no estaré allí cuando cruces la calle”).

Queda por ver si podrá repetir el éxito que llevó a que, en el año 2000, Prowse recibiese la Orden del Imperio Británico por su esfuerzo cívico. Luke Skywalker puede estar orgulloso de su padre.

 

Fotos: Stefano Buttafoco / Shutterstock.com
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